martes, 27 de septiembre de 2011

"Eso es un asunto del pasado"



A pesar de que IV Poder ha bajado su calidad desde que William Grisby Vado (El chele) y Adolfo Pastrán se ausentara por motivos médicos, en el último programa ocurrió algo que dio como resultado esta pequeña reflexión.

En la edición del viernes 23 de septiembre de IV Poder, los panelistas fueron: Roberto Larios, director de la UPN (pro FSLN) y Moisés Absalón Pastora (anti FSLN), director del radio periódico El Momento, María Asunción Moreno, Doctora en derecho de la universidad de Alcalá y como siempre, Miguel Mora, dueño de 100% Noticias. 

Larios y Pastora se limitaron a debatir sobre los temas a los que ya estamos acostumbrados, y sin ánimos de ser ofensivo, su discusión fue aburrida y cansada, lejos de igualar los encuentros entre Grisby y Xavier Reyes Alba. A simple vista, podríamos decir que el papel de la Doctora Moreno fue pasivo, ¿En verdad, así fue?  
En un momento del programa, Larios y Pastora debatían sobre cuestiones políticas ya conocidas y predecibles, y se remontaron a los años de la guerra contra revolucionaria. 

Pastora mencionaba que la economía de Nicaragua fue devastada por la guerra civil de los años 80, intentaba justificar así las pésimas políticas neoliberales, por su parte, Larios le recordó que la guerra fue apoyada desde el exterior por una potencia extranjera (EEUU) y menciona la sentencia dictaminada por la corte internacional de justicia de la HAYA, donde se expresa la obligación de EEUU a pagarle a Nicaragua por los daños ocasionados durante la guerra contra revolucionaria. Larios le pidió a la doctora que “los ilustrara” con sus conocimientos sobre el caso. La respuesta de la doctora no pudo haber sido mejor, “Eso es un asunto del pasado” dijo, y seguidamente expresó su deseo de introducir otros temas a la discusión.

No podría estar más de acuerdo con la Doctora Moreno, ¿Hasta cuando los nicaragüenses estaremos enfrascados discutiendo sobre los mismos temas? No quiero decir que EEUU sea inocente, y que debamos olvidar que nos deben dinero. Pero, situaciones de igual (o más) importancia, fuera del contexto político merecen ser discutidas. ¿Es necesario que nos encasillemos en echarnos la culpa los unos a los otros en vez de contribuir a mejorar el presente? ¿Nos beneficiamos las nuevas generaciones al estancarnos debatiendo asuntos del pasado?

En 1886, un periodista estadounidense llamado William Eleroy Curtis dijo: “En Nicaragua se presta tanta atención a la política, que poco se deja para otras cosas”. Cualquier parecido con la realidad ¿Es pura coincidencia?

 Hay muchos temas que podrían abordarse en el programa, por ejemplo: Cuando se intentó abordar el tema de la trata de personas, el Lic. Pastora se equivocó y utilizó el término “trata de blancas”. Si un periodista no está correctamente informado sobre este tema ¿Qué podemos esperar del resto de la población? ¿No es el deber de los periodistas informar y formar, qué estamos esperando? 

Estoy consciente de que se intentaron introducir otros temas, el alcoholismo por ejemplo, la adicción al tabaco, la venta de sexo por medio de mensajes y la autorregulación que debían implementarse los medios, el trabajo infantil, el caso de Silvia Gonzales y otros que no logro recordar, pero no pasaron de simples comentarios, y del alguna forma sirvieron de puente para la discusión política. 

Creo que estos temas merecen más que simples comentarios, pero, en vista  que en nuestra sociedad, es casi imposible dejar la política de lado por un segundo, y en los próximos meses, será impensable obviar el tema electoral, considero que estos temas podrían argumentarse desde una perspectiva no convencional. Eso me lleva a pensar, desde que sintonizo IV Poder no he visto a un solo joven como invitado en la mesa (¡ojo!, desde que yo lo sintonizo, no sabría decir si tuvieron participación antes) pienso, que sería interesante ver a jóvenes discutir sobre temas de actualidad, ¿ustedes no? 

Considero que IV poder es un buen programa de opinión, y aunque su calidad bajó por la partida de Grisby y la ausencia de Pastrán no es motivo para pensar que el programa ya dio todo lo que tenia. Efectivamente IV Poder puede hacer mucho por mejorar, eso está en las manos de su dueño y en la actitud de los panelistas para introducir temas de actualidad y de interés, fuera de la vieja disputa política que tiene cansados a muchos. También los televidentes podemos contribuir proponiendo temas para la agenda, no es de gratis que el programa tiene una página en facebook, ¡aportemos!

viernes, 23 de septiembre de 2011

Maldito Virus



Seguramente todos estamos familiarizados con esos contactos de nuestro facebook (los que todavía lo conservamos) que caen fácilmente en todas las trampas de algunas personas que les prometen instalar maravillosas aplicaciones en su perfil, por ejemplo: el botón no me gusta, y la aplicación para contar visitas.

El truco es sencillo, solo tenés que invitar a todos tus amigos a dar “like” a la página o evento y luego “clickar” en una dirección para activar la aplicación. El problema es que solo es un truco, y de lo último que te das cuenta es que tus contactos te están eliminando por enviarles “spam” por la ventanilla de “chat”. Por suerte nunca he caído en la trampa de las aplicaciones, pero si me burlaron con un juego (demasiado asombroso para ser verdad), pero ya saben como es, “la curiosidad mató al gato”.

Pero aun no logro entender cómo es que las personas siguen cometiendo el mismo error una y otra vez, y esto no lo digo por las personas que son nuevas en facebook, sino por los que llevan tiempo usándolo y siempre caen como nuevos; pareciera que no les hubiera pasado nunca. Lo peor es que sus contactos y yo, tenemos que soportar las consecuencias de sus errores, porque nuestra ventana de chat se abre cada cinco segundos pidiéndonos que instalemos su basura.

Si alguno de mis contactos lee este post y se siente familiarizado con la situación, ya sea porque han caído en la trampa, o porque sus contactos son igual de… ingenuos, les recomiendo que aprendan de sus errores y no sigan creyendo todo lo que les prometen (aunque en el wall de la página diga, “uuff me sirvió mucho, gracias”).  Y si no aguantan que su ventana de “chat”  aparezca cada cinco segundos con “spam”, muéstrenle este post a sus contactos (clase publicidad más descarada) o pídanles públicamente que no sean ¡tan, tan, tan… ingenuos!

Me gustaría aclararles que nunca, pero nunca:

1.       Tendrán un botón “dislike” o “no me gusta”.

2.       Podrán saber quienes visitan su perfil.

3.       Lograrán cambiarle (excepto con Mozilla) el color a su facebook.

Y pedirles que nunca, pero nunca:

1.       Acepten invitaciones para usar emoticones, juegos u otras aplicaciones como fotomanía.

2.       Abran o den “like” a videos o fotos, por muy porno y/o cagadas de risa que se miren, también son virus.

3.       Abran un “link” con un montón de palabras en inglés, francés o ruso porque es más que evidente que son virus.

En fin, escribir este post y dar esas bobas recomendaciones es muy… ingenuo de mi parte, pero tal vez si alguno de mis contactos  llegara a seguir estas indicaciones, sus amigos y yo podríamos dejar de soportar la basura que nos aparece en la ventana de “chat”, no tendría que eliminarlos, (aunque a algunos no los conozco)y todos podríamos continuar con nuestras actividades sin molestia alguna.

martes, 20 de septiembre de 2011

Un día, una tarde y una muerte como cualquier otra



I

Particularmente no me gustan los payasos, desde que soy pequeño he desarrollado cierto temor y rechazo por ellos, no había una sola piñata o fiesta donde no me humillaran con sus bromas, o me hicieran perder en sus ridículos juegos, su voz chillona terminaba desorientándome más que sus trucos mágicos que nunca logré aprender, en fin, entiendo que por las circunstancias especiales de la vida, a estos hombres y mujeres les ha tocado entrar en esta rama del negocio del entretenimiento, -los que logran entrar- otros, deben resistir el rechazo de los miles que ven a diario en los buses y semáforos de la capital, cuando se suben a darles “un minuto de alegría” y luego tratan de convencerles de comprarles un chocolate.

 La tarde en que Henry Flores, mejor conocido como tin-tan el payaso de la 114, se encontró con la muerte, no fue distinta a cualquier otra tarde
II

Amanecía en el anexo del reparto san Benito, el canto de los gallos y el ladrido de los perros despertó a Henry, a su lado se encontraba su esposa y sus dos hijos. Elías el mayor debía despertarse pronto para ir a la escuela, pero todos se encontraban desvelados, pues el bebé no había parado de llorar en toda la noche, así que Henry dejó la cama procurando no hacer ruido, pasó rápidamente por la cocina para buscar algo que comer; dentro de su pequeño refrigerador solo había un litro de leche Skimo y una cuajada, entonces buscó el tarro de leche en polvo del bebé para prepararse un vaso y no dejar sin su leche Skimo a Elías y a su esposa, pero, el tarro estaba casi vacío, tendría que comprar otro en al menos tres días y el dinero con el que contaba no era suficiente. Salió de la casa comiéndose los chocolates que le habían sobrado el día anterior.

III

Al mismo tiempo que Henry esperaba la ruta para ir al mercado y conseguir más chocolates y venderlos durante el día, El raza, un conocido delincuente de Managua, que recorría las rutas con su pierna enferma, recibía la mañana saliendo de una celda de la estación IV de policía, la noche pasada había asaltado a una señora que se dirigía del trabajo a su casa, sin embargo, por falta de denuncias la policía no pudo retenerlo por más tiempo. El raza operaba de una manera peculiar, cuando entraba al bus saludaba a los pasajeros y les explicaba la situación, “bueno raza, aquí me tienen, algunos ya me conocen y otros no, como pueden ver ando con mi pierna enferma y pues necesito dinero para comprar los medicamentos, te voy a ser honesto raza, yo vengo siguiendo a la muchacha del fondo, la vengo siguiendo por su celular, pero prefiero pedir y no robarle, entonces aquí me encuentro pidiéndoles reales para no robarles, bueno raza voy a pasar por sus asientos y el que me quiera dar me da” la gente le temía tanto que no dudaban un segundo en darle aunque fuera un chelín de su bolsillo; no obstante, cuando el raza no conseguía lo que buscaba, terminaba bolseando a alguna persona del bus, y pasando los objetos a un cómplice que caminaba encubierto. La noche en que fue arrestado no contaba con que un policía estaba en la parada haciendo su último turno, debido a su aspecto decidió registrarlo… y el resto es historia.

IV

Habían pasado las doce del medio día y el sol de Managua se mostraba inclemente, una ola de calor azotaba la capital, los vendedores ambulantes de agua se bañaban con el hielo derretido de las bolsas para refrescarse. Henry estaba en la parada del 7sur y anunciaba las rutas que estaban próximas a detenerse, “la 115 vamos la 115 va para Miraflores, reparto José Aguirre, las lomas… la 115, vamos busquemos el centro…” así era como Henry hacia un poco de dinero extra, mientras esperaba las rutas donde él sabía que tenía posibilidades de vender sus chocolates, en especial la 114.

Cuando Henry vio venir la ruta 114 alistó su mercancía, y su “voz de payaso”, esperó que todos subieran al bus y avanzaran hasta el fondo y comenzó saludando a su audiencia, contó tres chistes, el último fue el mejor.

-Mire usted estimado pasajero, que lindo es tener una familia, más si hay niños en la familia, porque los niños son como una luz, pero muchas veces por tener muchas luces prendidas el recibo sale caro, ¡aayy que barbaridad! Que belleza son los niños, mire que yo tengo un niño que llegó a decirme, papi, en mi cuarto hay un alacrán, y yo le dije vaya mijo póngale el zapato al alacrán, y mire que risible, después mi hijo llega a decirme que no pudo, porque el zapato no le alcanzo en ninguno de sus piececitos.  
Algunas personas que ya lo conocían estaban aburridos de escucharlo, pero otros que ignoraban la existencia de tin-tan el payaso no pudieron evitar reírse con el chiste del alacrán. A Henry le fascinaba contarlo porque le recordaba cuanto amaba a su familia.

V

Habían pasado las tres de la tarde y el Raza escogió la ruta 114 para terminar de recolectar el dinero que usaría para consumir piedra por la noche, varios estudiantes y personas que él identificó como ingenuas habían abordado el bus, sino conseguía dinero con su discurso, podría bolsear a unos cuantos. Henry venia bajando de la 117 y se disponía a abordar la 114, tuvo que hacerlo por la parte de atrás, la entrada estaba bloqueada por gente que esperaba su turno para subir; nunca espero encontrarse con El raza una vez dentro. Ambos esperaban a que todos tomaran asiento y  terminaran de acomodarse en el bus para hacer su “trabajo”.

-¿Qué me dice ese pipo? no hay falla broder, yo espero a que vendas tus choco-bolas para después hacer lo mío- Le gritó El Raza a Henry desde la parte delantera.

Henry estaba mudo y temeroso, permaneció inmóvil.

-Bueno raza, aquí vengo, unos ya me conocen y otros no…

-¡Buenas tardes damas y caballeros, pasajeros de esta unidad de transporte!- interrumpió Henry con su voz de payaso más fuerte que nunca, haciendo que todos voltearan hacia la parte trasera.

El raza hizo una cara de desapruebo y espero a que Henry siguiera hablando, pero este permaneció inmóvil.
-¡¿Parece que el payasito, se está pasando de payasito verdá?! Bueno raza, como les decía…

-Damas y caballeros, una vez estaba yo soñando con mi novia Thalia, y que me besaba por todos lados…- interrumpió Henry de nuevo hasta que El raza se callara.

Así mismo ocurrió dos veces más hasta que El raza se callara por completo y se bajara del bus, Henry estaba muerto del susto, y se bajó una parada más adelante. Él no soportaba que por tipos como El raza, la mayoría de los trabajadores ambulantes tuvieran que recibir rechazo por parte de la gente, que al verlos, los asociaban directamente con delincuentes y vagos, pero nunca se imaginó que haría algo como eso, simplemente no se lo creía, regresaría a casa a tratar de asimilar todo.

VI

Era una tarde como cualquier otra, pronto serian las cinco y el sol se ocultaría finalmente. Henry ya había perdido casi todo el maquillaje de la cara, y estaba feliz de volver a casa para ver a su familia, pero mientras bajaba del bus recibió diez puñaladas de un sujeto desconocido que se dio a la fuga luego de cometer su crimen, la gente y el conductor del bus se alarmaron al escuchar sus gritos de muerte, pero nadie quiso hacer nada, nadie quería morir, los que andaban celular llamaron al noticiero antes que a la ambulancia, y Henry seguía en el piso gritando mas y mas fuerte por el dolor.

El sujeto desconocido, era el ayudante de El raza, la policía terminó por hacer unos cinco retratos hablados, ambos con rostros totalmente diferentes, el asesino era un misterio y lo seguiría siendo por un tiempo. Unos meses después volvió a cometer otro asesinato, por razones totalmente diferentes, esta vez no pudo escapar, el conductor del bus en el que viajaba Henry aquella tarde lo reconoció y fue a denunciarlo, Cacao, como le decían, nunca fue a juicio, murió dentro de la cárcel a manos de un criminal con el que tenia cuentas pendientes desde la primera vez que estuvo ahí.

Henry murió tirado en la calle, su cuerpo no pudo resistir las puñaladas. Su overol amarillo se tornó rojo, a primera vista parecía parte del disfraz, pero con el pasar de los minutos, el charco que lo rodeaba se hizo más notable que las manchas de su ropa. La gente hizo un círculo alrededor de él y fue cada vez más grande por la multitud de curiosos que llegaron a enterarse de lo que pasaba, su mujer fue de las ultimas en verlo, gracias a Dios fue sola; luego de pegar gritos de locura y derramar las lagrimas sobre su cuerpo guardó silencio por segundos, y sollozando preguntó “¿Dónde están los chocolates?”

VII

Las tardes en Managua siguen siendo iguales, El raza sigue abordando las unidades de transporte para hacer de las suyas, la gente sigue siendo robada, o desprendida de manera educada de sus pertenencias, la policía hace su trabajo, una y otra vez, pero no pueden retenerlo por mucho tiempo, o no quieren retenerlo más, las personas que se mueven en los buses y caminan por los semáforos se disgustan más y más por la inseguridad, en verdad nadie recuerda a Henry, se asesinato fue superado por otra tragedia expuesta en el noticiero, al final del año no se habló del asesinato de Henry, sino de los asesinatos que hubieron en la capital, todo se redujo a simples números, más vendedores siguen subiendo  a las rutas a vender sus productos, pero ninguno cuenta el chiste del alacrán.

domingo, 18 de septiembre de 2011

#TvOff



Empecé a reutilizar mi cuenta en twitter el mismo día en que se quemaron varios tramos del mercado oriental, mi news feeds de facebook estaba lleno de status que comentaban lo transmitido por los medios de comunicación; ese día me enteré de lo que pasaba precisamente por lo que leí en facebook, y luego lo corroboré sintonizando 100% noticias. Como estaba chateando con una amiga, le hice el comentario “oe, y se está quemando el oriental de nuevo” y ella me dijo “uyy hace rato me di cuenta”, su respuesta me sorprendió bastante, así que le pregunte como se había enterado, “twitter, ¿no tenés cuenta en twitter? Me dijo,  yo le dije que no y ella respondió “con razón nunca te das cuenta de nada”, después le aclaré que si tenía una cuenta, pero que no la usaba, ella decidió seguir mi cuenta, aunque yo no tweeteaba en ese momento.

En ese instante reabrí mi cuenta y descubrí que estaba enlazada a mi canal de youtube y que todos mis tweets eran likes y comentarios que había hecho a videos de otros canales, no seguía ninguna cuenta importante, no tenía idea de que existían tweeteros en Nicaragua, era un mundo nuevo por descubrir. Le dije a mi amiga que estaba pensando en utilizar twitter mas seguido, y le pedí que me recomendara algunas cuentas que me sirvieran para estar informado.

Ha pasado un buen tiempo desde entonces, y siento que he desarrollado una obsesión no tan dañina por twitter, algunos días tweeteo y otros me limito a leer los tweets de las cuentas que sigo, pero lo más importante es que desde que empecé a utilizar twitter de nuevo dejé de encender la tv, porque generalmente la encendía para ver noticias o alguna película o serie que estuvieran pasando, igual en mis noches de insomnio me entretenía (lo sigo haciendo de vez en cuando) cambiando canales; ahora no considero necesario hacerlo, paso informado o en desinformado (en cualquiera de los casos) en 140 caracteres las 24 horas del día.

Por supuesto que twitter tiene otras utilidades que simplemente propagar información lo más rápido posible, pero en todos estos meses es para lo que me ha sido más útil.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un fantasma


Ella preguntó por muchos esa noche, incluyéndome; obviamente llamé su atención, de otra forma no lo hubiera hecho. Cuando preguntó por uno de ellos, no hubo sorpresa alguna, ya esperaba escuchar todo lo que le dijeron; después preguntó por otro, y prefirió no seguir escuchando. Entonces, siguió preguntando y preguntando, por uno y por otro hasta preguntar por mí, pero yo no existía, era un fantasma.


lunes, 12 de septiembre de 2011

Carta abierta a Tamara Gonzales


Tamara, empiezo pidiéndote disculpas por mi voseo, pero ignoro si sos una señora a la que deba tratar de usted, o si está bien vosearte porque sos una joven, en cualquier caso me siento más cómodo escribiendo de esta manera, solo espero que no te moleste. Seguidamente quiero aclararte que no soy un intelectual, y tampoco pretendo encasillarte como vos decís en tu artículo, hay muchos cristianos por los que siento profundo respeto (y otros por los que no), y no me gusta catalogar como “loca” a una persona así por así. 

De tu escrito he querido rescatar algunos puntos que me parecen importantes para discutir, aunque bien sé que este debate puede llegar a ser infinito; no pretendo imponerte mis ideas, mucho menos “hacerte entrar en razón”, simplemente pretendo expresarte que no estoy de acuerdo con tus planteamientos.

En el segundo párrafo de tu escrito comenzás afirmando que no sos homofóbica. La homofobia, se entiende como la aversión obsesiva hacia las personas homosexuales; entonces una persona homofóbica es aquella que repudia, o rechaza a las personas con homosexuales; yo no sé si vos irrespetas, u ofendes de manera directa, pero creo que si discriminas con base en pensamientos injustos.

Por ejemplo, no podes afirmar que la lucha por la igualdad de derechos es una falsa bandera para irrespetar tus espacios. Según las leyes de nuestro país, somos una nación libre e independiente,  donde todos los ciudadanos gozan de los mismos deberes y derechos. De tal manera que no importa la condición racial, étnica, opción sexual, ni origen social de cualquier ciudadano nicaragüense, todos son libres de expresarse, incluso si eso implica “hacer gala de su homosexualidad” o hacer “penosas marchas” en los espacios destinados para ello.

Vos decís que pudiste haber hecho el esfuerzo de ignorarlos, pero debiste cambiar de mesa porque había niños acompañándolos; eso lleva a preguntarme ¿Qué valores les están inculcando? ¿No te parece que ese tipo de acciones solo contribuyen a propagar más esa idea discriminatoria hacia las personas con opción sexual diferente a la tuya? ¿No son los bisexuales, homosexuales y heterosexuales hijos de tu Dios, por tanto tus prójimos? ¿No manda tu Dios a amar a tu prójimo como a vos misma? ¿No es tu Dios quien ama al pecador y aborrece el pecado? Me parece que en Nicaragua hay otros “espectáculos” más importantes por los que deberíamos quejarnos y tomar acciones.

Tamara, creo que la naturaleza pura del amor es amar, así de simple o complicado que te resulte. Debemos aprender a amar la vida, y todos sus componentes, una roca, la hoja de un árbol, una planta que crece en el piso, nuestro aire, nuestros ríos, a nuestra gente y a nosotros mismos, el amor mi estimada Tamara es la esencia pura de la vida. 

La represión y la discriminación son corrosivas para las sociedades que han tenido que observar como poco a poco ideas retrogradas llevan a la violencia. Pero, el respeto es una necesidad en toda país para que la convivencia de sus habitantes resulte pacifica.

Lo dejaste clarísimo, “no es un llamado al odio”, ¿pero sí a la cordura? A mi parecer, tu artículo es un llamado a la discriminación y a la represión de manera indirecta (o directa), lo cual resulta extraño teniendo en cuenta que los movimientos cristianos han sido reprimidos en distintas épocas de nuestra historia.  Yo no podría exigirle a tu cura, pastor o guía espiritual que se reserve la palabra de su Dios para la intimidad, mucho menos a los cristianos que realizan labor evangélica en las calles, sería ilógico exigirles que prediquen la Biblia en su intimidad, eso estaría mal ¡Seria represivo, discriminatorio, y corrosivo! Finalizo pidiéndote que reconsiderés los puntos expresados en tu artículo, y aclarándote que no soy hippie ni homosexual, simplemente no entiendo cómo se puede “estar tan ciego”.

 Articulo al que respondo: http://es.scribd.com/doc/61104176/Volver-a-La-Cordura (VOLVER A LA CORDURA, DE TAMARA GONZALES)

viernes, 9 de septiembre de 2011

Lucía



Padre ausente, invisible, e inexistente; madre distante, infeliz, muerta pero viva para los golpes y humillaciones. Familia silenciada, avergonzada e inútil; Lucia solitaria, olvidada y abandonada. Ahora Lucía tiene siete años, y no entiende nada, siente todo, pero no puede entenderlo. Hay una caja de colores en su habitación, se ha convertido en el juguete favorito de Lucia, esa caja tan mágica no tiene control parental, y es así que junto a ella ha ido creciendo. 

Pronto ella logra entender más de lo que un día soñó entender, pero ha dejado de sentir poco a poco, ahora es solo un rompecabezas confuso de imágenes, sonidos, movimientos, expresiones y opiniones captadas a lo largo de estos años. Ahora Lucía tiene doce, ha tenido relaciones inestables desde los once, ¿sexo? Aun no, pero dice que pronto lo hará. Si hay alcohol, y hay drogas, aunque la que más le gusta es su pequeña caja de colores brillantes y sonido estéreo ubicada sobre la cómoda de su habitación.

Personas insignificantes, traicioneras y mentirosas, así ve Lucía a las personas, pero aun sigue confiando, una y otra vez en los y las que dicen amarla, confía su mente y confía su cuerpo, ella dice que se arrancado el corazón, promete, y también jura por sus dioses que nada volverá a ser igual, y piensa en ser mala. Pero Lucía aun llora, en silencio se desmorona, en instantes corre a los brazos de un desdichado para desahogar sus penas, y todo vuelve a pasar de nuevo. Ahora Lucia tiene dieciséis.

Con el tiempo Lucía se da cuenta que ella también puede lastimar, y lo hace con temor las primeras veces, pero empieza a disfrutarlo cada vez más, aunque sabe que ella también sufre. Aun continúa llorando, pero por dentro, por fuera Lucía se encuentra intacta. Ahora de veinte años, ha dirigido por primera vez su mirada a un espejo, y se ha quedado pasmada, ha tomado las tijeras, el maquillaje, las revistas de moda y por supuesto ha encendido su televisor, es tiempo de hacer un cambio.

Lucía está más sola que nunca, y más bella que nunca también. Ahora ella es del mundo, del día y de la noche, de los momentos de calma y de aquellos momentos imposibles de recordar, pero también es de nadie, está para ella y nadie más. Es una egoísta temerosa de morir por amor, ¡oh, sí! Lucia aun cree en el amor.

Hombres, mujeres, no importa su edad, para ella son inevitables. Pero si importan los años que carga Lucia, el mundo no es tan invisible hoy en día, toda criatura viviente alrededor suyo parece ser feliz estando emparejada, es en estos momentos cuando Lucia comienza a entender y a sentir verdaderamente la soledad, entonces piensa que quiere enamorarse.

Ella logra esconder su pasado, treinta y cinco años de dolor ahora parecen una simple y pequeña nube negra en su pensamiento. Lucía cree ser feliz al lado de su elegido, se siente llena, pero está vacía. Pronto él lo nota, su aspiración más grande es cocinarle el desayuno, y servirle a “como se debe”, no puede controlar su cariño, pronto empieza a excederse con el romanticismo y da a entender que está loca, luego nadie entiende si lo que siente son celos o delirios, pero él decide estar con ella de todas formas.

Ahora Lucia tiene hijos, y después de cuarenta y cinco años las situaciones familiares no han cambiado del todo, para su pequeño Sebastián todo está distante de su mundo, el tiene más cajas de colores de las que soñó Lucia, él desde pequeño aprende a desbloquear el control parental, pareciera que la historia se repite, pero esta vez hay una variante; su amado esposo no la soporta, decidió quedarse junto a ella, pero  siempre desahogaba su frustración con sus amantes, eso impidió que no abandonara a Lucia, y también le impidió cometer alguna locura en momentos de desesperación, para su querido esposo fue de mucha ayuda, pero eso no evitó que Lucia de cuarenta y cinco años tomara una pastilla, pastilla del amor, ¡oh, sí! Lucia aun creía en el amor.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Un atrevimiento de mi parte


Hoy es día del periodismo, entonces debemos celebrar: 

Celebremos la libertad de presión por un lado y la manipulación mediática por el otro, o mejor celebrémosles juntas, todos juntos celebremos este día.

Hoy es día del periodista, debemos celebrar, ¡celebremos todos a la noticia como una mercancía! Y alabemos los intereses de los grupos económicos y políticos.

¡Alcen sus manos! Y derramen sobre su programación las imágenes más insólitas, sangrientas y ridículas para su audiencia, ¡que viva la nota roja! Reflejo de nuestra sociedad ¡que viva, que viva!

¡Hoy es día de periodista! Pero nadie habla de esos pobres hombres que trabajan por un pedazo de cuajada, o por cien pesos para pasar la semana, ¡pero que viva este día!

Disfrutemos el día del periodista con un poco de periodismo investigativo… la vida de una celebridad, un falso reality que nos ayude a olvidar la crudeza del mundo y ¡claro! Un poco de entretenimiento no está de más, una novela llena de pechos y nalgas, de machismo y de lágrimas, ¡vivan nuestros medios educadores!
Hoy es día del periodista, ¿pero quién habla de los periodistas encadenados por su gusto (o no) a una línea editorial, ¿Quién habla de esos periodistas obligados a omitir, y “embellecer” verdades por seguir esa línea  editorial?

Viva el día del periodista, ¿pero cuántos periodistas son dueños de sus medios?

Vivan los periodistas y sus magnificas historias, ¿pero cuántos periodistas son dueños de sus historias? 

Después de todo, las notas, artículos, radio reportajes, notas de tv y más… son manoseadas por los editores, ¿hay que ponerle más salsa al asunto o no?

¡Hoy es día del periodista1 y me parece que el periodismo está en peligro de extinción y todo nuevo periodista en peligro de “corrupción” 

Sigamos en este día, leyendo, escuchando, viendo a nuestros medios, y preguntémonos a final del día ¿Qué pasó en Nicaragua?

martes, 6 de septiembre de 2011

De luto :(


Debo admitir que nunca he sido una persona cuidadosa, bueno, casi nunca, segun mis padres de niño me preocupaba mas por arreglarme y vestirme un poco descente (más bien ridiculo).Desde que recuerdo he sido descuidado con mis objetos materiales y los de otros, entiendase, juguetes, zapatos, grabadoras, guitarras, y cámaras... también mis cámaras; la primer cámara que dañé, ni siquiera era mía, y en realidad no estoy seguro de haberla dañado yo, pero a mi me hecharon la culpa. De igual forma recuerdo que sobre-canlenté una laptop del 98 tratando de instalarle Google Earth, solo a mí se me ocurre, la computadora volvió a encender, pero al poco tiempo la pantalla quedó en blanco, pasaron años, hasta que un día encendió, nadie sabe como. Una vez mojé la pantalla de la cámara de video que me regaló mi papa para mis quince años, ese fue su fatidico final. De niño había fregado el televisor pasandole un imán por la pantalla, y por si fuera poco pasé llendo casi medio año de secundaria con unos zapatos que tenian la mitad de la suela despegada, fue hasta que mi mama se dio cuenta que los cambié; debo confesar que detesto comprar zapatos y ropa (excepto por las cotonas, fueron mi obsesión por un tiempo, igual las botas militares) me pondira un saco masén encima si pudiera, y pudiera seguir enumenrando más y más artefactos que he "destruido" (celulares, reproductores, vasos, platos, jarrones...) creo que facilmente llenaria una pagina (nah! no es para tanto!)... 

"Destruir" estos artefactos me afectó, porque me sentía culpable, pero nunca recapacité hasta hace pocos días, cuando mi cámara de video dejó de funcionar, no entendia como había pasado, lo único que hice fue cargarla, y había funcionado bien en días anteriores... me sentí devastado, acabado, sin más remedio que deprimirme y llorar su perdida, y debo decir, que no soy una persona apegada a los objetos materiales, pero había pasado por mucho para poder comprar esa cámara (larga historia que contaré pronto) y la había cuidado siguiendo todas las precauciones del manual, nunca le di maltrato, era el objeto que más estimaba, y además hacer videos es una de mis "pasiones", creo que no lo hago del todo mál, y hay días de aburrimiento en casa (por falta de amigos, novia y gente que me estime :´l ) cuando no hay nada mejor que subir un video a mi canal de youtube, me gusta fantasear a que un día seré cineasta, mientras tanto me entretengo con los trabajos finales de cátedra y algunos encargos de amigos que nunca pagan (mi triste realidad) aunque yo cobro barato. 

Ejm: ADHCV=ASOCIACION DE HOMBRE CONTRA LA VIOLENCIA.

En fin, por eso estoy de luto, a mi pobre cámara la tengo en vela. Los "ladrones" (injuriando y calumniando) de Servi Total, me ofrecieron repararla por un poco mas de 400$, ¡Mejor me compro una nueva!, aunque esta vez ya fui sentenciado. Un amigo de mi papa intentará repararla, yo dudo mucho que logre hacerlo, y en caso de que lo hiciera, estoy seguro que no duraría mucho, entonces lo que me queda es... vender vinos, así es, vender vinos, aunque ustedes no lo crean a la gente le gusta muhco la sangría, los de jamaica, la sidra y el montón de vinos más que existen, la otra vez gané un buen dinero vendiendo en la feria solidaria (apertura de camapaña del FSLN en  mi barrio) si todo sale como yo espero y con un poco de ayuda de mis amigos (mama y papa) es posible que tenga una camara nueva pronto... aunque sere franco, mi cumpleaños está cerca ;)

Minetras tanto aqui estoy, escribiendo una nueva entrada en el blog y relfexionando sobre el valor de las cosas, y como debo cuidarlas aunque no me cuesten, pues, lo que fue fiesta para mi, también, fue luto para otros. Y por ultimo pero no menos importante, ¡nunca, pero nunca, compraré en la Curacao! para vivir mejor.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Under the stars


I have a sky above me,
With beautiful diamonds shinning,
Perfect lights on a perfect night;
I am living under the stars.

I have a long walk to do,
Will heaven be my help? I’m in fear.

I have a deep wish inside,
With empty hands ill start working,
I walk wondering, why we need to cry?
With hope, under the stars I go.

There´s a long pray to say,
Will god listen if I think in silence?
Tonight my mind will sleep away,
But my body will rest, under the stars.

There´s a last verse to write,
To the stars I wonder,
 Where’s the kingdom of the words?
Soon, they’ll give me the secret,
And I’ll proclaim another poem, under the stars.

jueves, 1 de septiembre de 2011

De Nadie (Documental)

No logré conseguir el documental en solo video, solo lo encontré en youtube dividio en ocho partes, pero vale la pena verlo. Aquí les posteo las ocho partes :)

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres... los nadies... los dueños de nada... que no son aunque sean. #Galeano


http://www.youtube.com/watch?v=uX4X1YhW-sY&feature=player_embedded


http://www.youtube.com/watch?v=pU4MvVNmSEE&feature=player_embedded 


http://www.youtube.com/watch?v=NwWTwDTTg-Q&feature=player_embedded


http://www.youtube.com/watch?v=nBL2F40Th_c&feature=player_embedded


http://www.youtube.com/watch?v=q17osTRqNcY&feature=player_embedded


http://www.youtube.com/watch?v=4x4PHODdFOc&feature=player_embedded


http://www.youtube.com/watch?v=LTfdvTmJR-M&feature=player_embedded


http://www.youtube.com/watch?v=pB-yBhPCCFM&feature=player_embedded

Mi Vida Dentro (Documental)

Imposible! no creo poder terminar el post que estaba escribiendo sobre migración, por eso decidí compartir con ustedes un documental llamado Mi Vida Dentro, sobre mujeres migrantes que estan presas en los EEUU.

La parte buena es que el documental es muy bueno!

La parte mala es que solo lo encontre en Mega Video :(

Seguire buscando, tambien queria compartir otro pero esta dividido en 8 partes en youtube :o pero haré lo posible para postearlo. Aqui les dejo "Mi vida dentro"



Sinopsis
Rosa es una mujer mexicana que en 1999, a los 17 años, migró ilegalmente a Austin, Texas, EUA. En enero del 2003, es apresada por sospecha de homicidio y enjuiciada en agosto del 2005. El proceso judicial, el veredicto, la separación de su familia, la impotencia, ser encarcelada en un país extraño hacen de Mi vida dentro una realidad dentro de la vida de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.

Director: Lucia Gajá.

Aurelia


(Precuela de "Abigail", leanla en el orden que deseen, faltan cuentos entre una y la otra)

Irene caminaba junto a Sebastián por la calle de las llantas, platicaban mientras esperaban a que el sol se pusiera frente a ellos. Todas las tardes el sol se ocultaba con la misma belleza de la tarde anterior, era una sensación tan indescriptible, que un muchacho de la casa B-14 salía diario  a tomar fotos del atardecer, pero nunca encontraba una que reflejara lo que él veía. Cuando ya se acercaban al final de la calle ella detuvo a Sebastián y le pidió que doblaran a la derecha, ella quería comentarle un asunto importante y él, solo quería estar con ella.

-Imagina a una mujer agonizando, acostada boca arriba, que apenas puede respirar. Es una mujer que en esos momentos de vida y de muerte no hace más que recordar. Ella está rodeada de gente, pero se siente sola, y por horas el hombre que ha estado con ella toda su vida se queda cuidándola, pero se siente sola. No hace más que recordar al amor de su vida, y cree que su amor sigue vivo y vive muerto. Imagina a esa mujer llorando, y a muchos otros llorando a su lado, sin saber que ella no los quiere ahí, pues son un estorbo, al murmurar le impiden recordarle con claridad, es suficiente con el sonido de sus suspiros  para sentir que se marcha, y ella no quiere marcharse, no sin verle una vez más. Entonces, imagina a esa mujer que muere, después de muchos días de dolor, sin ninguna expresión en el rostro, con lágrimas en los ojos, con su vista dirigida a una gaveta cualquiera, de un estante cualquiera, y antes de guardar silencio para siempre, ella deja salir una palabra de su boca: Aurelia – Empezó por relatarle Irene a Sebastián.

-Dime, Irene, ¿Quién es esa mujer de la que hablás?- Preguntó él, extrañado.

-Mi abuela.

-Y a que viene todo esto, ¿Quién es Aurelia? ¿De quién estaba enamorada? No logro entender.
 
-Te llamé para platicarte lo siguiente, cuando mi abuela murió yo encontré el diario de mi madre en un estante que ella observó antes de morir, aun no termino de leerlo, pero está lleno de historias de cuando mi madre vivía en El Manantial, menciona mucho a un tal Emilio, pero… lo interesante son las cartas que encontré en el diario, no eran de mi madre, sino de Aurelia para mi abuela…

-Entonces…

-Entonces, yo creo que mi abuela y Aurelia eran amantes, mira… si pudieras leerlas…

-¿Tu abuela era… lesbiana? ¿Qué hiciste con las cartas?

-No pienso mostrarlas… pero hay algo más, hay una fecha en la que Aurelia dejó de escribir, y coincide con la última vez que mi madre dejó de escribir en su diario. Quiero ir a El Manantial, pienso que ahí descubriré la verdad.

-Me parece innecesario, podrías hablar con tu abuelo y preguntarle, a él le fascina contar historias.

-No, no quiero arriesgarme, el está muy dolido por la muerte de mi abuela y no quiero molestarlo.

Sebastián yo no conozco mi pasado, nunca conocí a mi madre, ni una foto, ni un relato que valiera la pena,  lo único que tengo es ese diario, quizás si reconstruyo su pasado y el de mi abuela mi vida tenga algo de sentido.

- Pero… ¿A quién vas a encontrar ahí? No tenés idea si Aurelia sigue viva, o si ese tal Emilio aun vive en El Manantial.

-No me estas escuchando, como siempre. Ya he tomado la decisión.

-Voy con vos entonces.

-Para nada, es un asunto que quiero resolver sola.

-Y si…

-Sebastián, no insistas por favor.- Fueron las últimas palabras de Irene para Sebastián esa tarde.

Partió hacia El Manantial muy de mañana, dejó una carta a su abuelo diciendo que saldría de viaje por una semana, tomó dinero de sus ahorros y llevó solo una mochila con ropa y jabón. 

El camino hacia la comarca era largo, casi un día de viaje, tendría tiempo para ojear el diario de su madre, conocerla a través de sus palabras, y tratar de imaginar ese lugar al que iba. Después de leer unas cuantas páginas Irene se quedó dormida, el ruido y humo proveniente del bus en que viajaba la mareó, ella quería seguir leyendo, pero debía dormir.  Despertaba cada vez que el chofer hacia movimientos bruscos, o cuando el bus saltaba a causa del mal estado de las carreteras, muchas veces golpeaba su cabeza contra la ventana, maldecía con susurros al conductor y se dejaba hipnotizar por el camino.

El bus avanzaba pese a las dificultades, el cobrador iba anunciando las paradas próximas mientras pedía los boletos de los pasajeros al salir; -“música del rancho”-, anunciaba el locutor de la radio, las letras depresivas y melancólicas empezaban a molestar a Irene. Sebastián había tomado por asalto sus pensamientos, extrañaría caminar junto a él por la calle de las llantas, y verlo dejase capturar por la imagen del poniente mientras ella observaba discretamente al fotógrafo de casa la B-14 sin que él lo notara.

-¡La sansarra! ¡La mecha! ¡El Pa´lante! ¡Las nubes! ¡Los chocoyos! ¡La media luna! ¡El cruce! ¡Los muelles! ¡El Manantial!... ¡El Manantial! ¿Nadie baja?- Preguntó el cobrador observando a la gente dormida.
-¿El Manantial dijo?, ¿no es muy pronto para llegar ahí?- Le respondió Irene, un poco tímida.

-¿Y qué hora crees que es hija?- le dijo una señora que también iba bajando- has pasado dormida todo el camino y por eso te desorientaste- insistió. 

Irene bajó del bus junto a la señora, era de madrugada, el sol saldría en unas horas, pero aun se escuchaba el canto silencioso de la naturaleza, y algunas estrellas parecían luchar en el cielo para no desvanecerse, El Manantial quedaba a veinte minutos de la entrada donde había bajado, ambas emprendieron el camino sin preguntar nada, alumbradas por la luz de la luna, se miraban de reojo, y marchaban al mismo paso, todavía no era tiempo de hablar.

Los arboles eran inmensos, estaban plantados a los costados y detrás de ellos habían campos vacios de tierra marrón. A lo lejos uno podía observar las casas de El Manantial, Irene se mostraba feliz pero temerosa, de pronto se dio cuenta que no sabía qué haría al llegar, ¿donde se quedaría a dormir, donde comería? ¿Qué tan difícil seria encontrar a las personas que buscaba?, decidió entonces hablar con su acompañante.

-Me llamo Irene, vengo del norte- Le dijo Irene, sintiéndose nerviosa.

-Hola Irene, mi nombre es Francisca, y vivo en El Manantial, ¿Qué te trae por aquí?- Le respondió la mujer, con voz fría.

-Vine a buscar a unos familiares, ¿habrá alguna posibilidad de que usted los conozca?- Le dijo, con un tono de voz ansioso.

-Aun, no sé sus nombres. Le respondió aquella mujer.

-Disculpe. Busco a una mujer, llamada Aurelia, a su esposo y si es posible a su hijo Emilio.

La mujer se detuvo por un instante, y siguió caminando.

-Los conozco. ¿Son familiares tuyos decís?- le respondió Francisca, siempre viendo hacia el frente.

-Algo así. Me urge encontrarlos- replicó Irene, con un rostro de emoción.

-Entiendo, creo que podría llevarte a su casa hoy, cuando salga el sol, y podrías pasar la noche en mi casa, si no te molesta.

-No creo que eso sea ningún problema, en verdad se lo agradezco.

Irene y francisca siguieron caminando hasta llegar a una casa pequeña, con un candil encendido fuera de la puerta, el perro que estaba fuera ladró con dolor, corrió moviendo su cola y cabizbajo, las acompañó hasta la puerta y luego se echó fuera. Por dentro de la casa no había divisiones, Francisca solo tenía un catre para dormir, no había televisión solo una radio pequeña, al lado de un cerro de periódicos empolvados.

-Hija, voy  a buscar unas sabanas, te prestaré uno de mis colchones, espero que no te moleste dormir en el piso, pero como ves no hay mucho espacio.

-No hay problema.

-El Manantial es un lugar bastante grande, a simple vista pareciera olvidado, pero aun hay un poco de vida, de vez en cuando la gente despierta y hace de él un lugar maravilloso, aunque sea por algunos momentos.
-Dígame, ¿conoce usted bien a mis familiares?- le preguntó Irene a la mujer que terminando de acomodar el colchón se recostaba en su catre.

-Algo así-le respondió Francisca con la voz cansada, y luego se quedó dormida.

A la mañana siguiente, caminaron hasta la casa de Aurelia, el lugar era único, por la mañana todo era distinto, las personas salían a hacer sus compras y limpiar sus patios, los niños corrían para ir a la escuela, y veía pasar uno que otro carro, aun así El Manantial tenía ese vista mágica, misteriosa.

-Ahí es- le dijo Francisca, indicando que habían llegado.

-¿No viene conmigo?- exclamó Irene.

-No. Tengo trabajo, si no encontrás donde quedarte a dormir, podes pasar la noche conmigo de nuevo, no hay molestia, pasá por el cementerio, ahí cuido algunas tumbas, después nos vamos juntas a mi casa- Le respondió Francisca, con la voz casi dormida.

-Gracias, ha sido de mucha ayuda Francisca- Le contestó Irene mientras se acercaba a la puerta.

La casa de Aurelia también parecía abandonada, un pequeño muro le impedía entrar, estuvo fuera al menos quince minutos, llamando, gritando, lanzando piedritas a las ventanas, pero no se escuchaba ni un alma, ni si quiera un perro, entonces decidió sentarse fuera a esperar a que alguien saliera o llegara, sacó comida de su mochila y también el diario de su madre. Mientras buscaba las cartas que Aurelia escribió a su abuela un anciano se acercó a preguntarle que hacia ahí.

-Espero al dueño de la casa-Le respondió temerosa.

-Ese soy yo- le dijo el anciano.

-Entonces, lo espero a usted- le contestó Irene.

Una vez que estaban dentro, Irene trató de explicarle que había viajado desde el norte tratando de reconstruir el pasado de su abuela y su madre, y por eso había venido a buscar a Aurelia, o algún familiar que estuviera vivo.

-Francisca, la mujer de las tumbas me dijo que la familia de Aurelia vivía en esta casa- le dijo al señor.

-Yo soy esposo de Aurelia, bueno… lo era, ella murió hace unos meses- le contestó el anciano, un poco desatento.

-Lamento mucho oír eso, pero quizás usted pueda ayudarme, o su hijo Emilio, ¿Podría hablar con él?
-Eso depende, ¿Te gusta hablar con los muertos?-le respondió el anciano, con lagrimas en los ojos.

-Disculpe. No sabía que ellos…

-No es tu culpa… ¿En qué puedo ayudarte?

-Yo tengo unas cartas que Aurelia le enviaba a mi abuela, y la última carta la escribió el mismo día que mi madre dejó de escribir en su diario, y…

-¿Quién es tu abuela?

-Se llamaba Irene, igual que yo… disculpe, aun no sé cómo se llama usted.

-Irene… yo soy Ernesto… Irene, ¿vos sos hija de Abigail?

-Si señor…

-¿Y Sabés quien es tu padre?- le dice apresurado-No podría ser él-Murmura.

-No señor, no sé quién es- responde Irene mientras le observa sorprendida.

-Dios mío, han pasado tantos años, ¡tantos años! y ahora venís con el recuerdo de esa muchacha, y de esa mujer…

-¿De qué habla?

-Mira, puedo contar la historia de tu abuela y Aurelia, es algo que he superado con el paso de los años, pero no puedo… no puedo decir mucho de tu madre, ella se fue muy joven con tu familia, y no quiero… no puedo hablar de ella, y ¿Adrián aun vive?

-Toda información que pueda darme será de mucha utilidad, yo no conocí a mi madre, lo único que tengo es un diario que descubrí por casualidad, le suplico que me ayude… y si mi abuelo aun vive.

-Dios mío, debo decir que nunca espere esta visita, y mucho menos que Abigail tuviera una hija, pero está bien, si así ha de ser…

Hace algún tiempo, mientras agonizaba, Aurelia me confesó algo que yo sospeché desde siempre, pero nunca lo mencioné, pues temía que mis sospechas nos separaran; ella me pronunció una frase que todavía me persigue, pero se ha vuelto menos tormentosa con el paso del tiempo- Siempre la amé- me dijo antes de morir. 

Verás, de no ser porque años atrás ya había leído una de las cartas que ella le escribió a tu abuela, esa frase para mi simplemente hubiera sido un enigma que hasta el día de hoy estaría intentando  descifrar, pero esas cartas que vos tenés son muy claras, seguramente ya lo habrás notado. Para mí fue un golpe fuerte, estuve deprimido por mucho tiempo, el dolor y la furia me destruían por dentro, pero siempre traté de ocultarlo, no quería dejarla… siempre, siempre la amé. Además ella nunca me trató mal, nunca me hizo daño alguno, siempre me sentí ama… apreciado a su lado. 

Ella y tu abuela vivían aquí desde hace mucho tiempo, cuando yo vine supe que eran mal vistas por la gente, decían que su amistad era demasiado extraña, pero como a mí me atraía Aurelia y también sabía que tu abuela Irene era novia de Sebastián, nunca les hice caso. 

Tu abuela se casó primero, eso no evitó que ellas siguieran viéndose, era buenas amigas después de todo. A los pocos meses Aurelia y yo nos casamos, y nuestras familias eran muy unidas al principio, criamos hijos de la misma edad, nuestro Emilio y su Abigail, pero a medida que nuestros hijos se iban uniendo como amigos, nuestras familias se separaban, cada año era más notorio. Un día ellos se fueron, no dijeron nada, pero la verdad estaba ahí a la vista de cualquiera, tu abuela y Aurelia seguían siendo amantes, Adrian había tomado desprecio hacia todos nosotros, algunas veces me dormía y despertaba pensando que alguno de nosotros, cualquiera, terminaría muerto, quizás Aurelia, aunque jamás lo hubiera permitido, o tal vez tu abuela a manos de Adrian, o quizás yo por tanta angustia, ninguno murió en aquel tiempo, gracias al cielo. 

Adrian tardó mucho en marcharse de El Manantial, yo nunca lo hubiera hecho, aun no sé como comprobó que ellas eran amantes, nunca le mencioné la carta nadie, quizás él descubrió una, o simplemente se hartó de la situación y prefirió marcharse, no sabría decirlo. Quien sufrió más al final, fue nuestro hijo Emilio, la partida de tu madre le afectó mucho.

-Vaya,  yo sospechaba lo mismo, leí muchas veces las cartas de Aurelia y no me sacaba la idea de la cabeza…

-Yo la quería tanto, no podía separarla de la persona que ella amaba, nunca podría perdonármelo, no hubiéramos vivido en paz, Adrian no tiene culpa de lo que hizo, de alguna manera lo entiendo, pero, lo mejor hubiera sido dejarla ir, lo mejor para todos, pero nos rehusamos, y les dimos una vida infeliz a las dos- le dijo Ernesto llorando.

-Ernesto, lo lamento mucho- sollozaba Irene.

-No hay problema niña, te dije que lo he superado con el tiempo, espero que te haya servido de algo lo que te dije.

-Sí, me ha servido mucho, aunque creo que no llegaré a saber de mi madre.

-El diario que tenés ¿no es de mucha ayuda?

-No he leído mucho, pero menciona a su hijo en casi todas las páginas…

-Mi hijo, Emilio… el está muerto, murió hace mucho, jamás creí que lo vería irse primero que yo… pero no quiero hablar de ese tema, buscá un lugar tranquilo para leer esas páginas, seguramente encontrarás respuestas.

-Lo haré, muchas gracias, ahora debo irme, me quedaré en la casa de Francisca y debo pasar por el cementerio buscándola.

-Francisca, Francisca… la mujer de las tumbas me habías dicho, debe ser nueva, creo que no la conozco, o quizás no me acuerdo de ella… bien, mucha suerte jovencita.

-Gracias- le respondió Irene a Ernesto y luego se marchó.

Caminó de regreso buscando el cementerio, a pesar de que el lugar era grande no era difícil recordar las calles, mientras caminaba pudo comprobar que la gente la observaba y murmuraba, pero no prestó atención. Al llegar al cementerio no miró a nadie, era un lugar tenebroso y desolado, de pronto un hombre apareció y se acercó a hablarle.

-¿Puedo ayudarla?-Le dijo aquel hombre.

-¿Tiene nombre?- Le dijo Irene desconfiada.

-Me llamo Ignacio, cuido alguna de las tumbas de este cementerio, ¿busca a algún familiar?

-No don Ignacio, busco a una mujer que también trabaja cuidando tumbas, se llama Francisca, ¿la conoces?

-No, debe ser nueva porque no la he visto, de todas formas este cementerio es bastante amplio, yo cuido las tumbas que están allá más al norte, ¿Qué sector cuida ella?

-No lo sé

-¿Dónde vive?

-Allá, buscando la salida, a unos minutos de aquí.

-Entonces debe ser nueva… Francisca, si vuelve pronto quizás la conozca.

-No creo, mejor me voy, ella debe estar en su casa, se habrá olvidado que yo pasaría.

-Disculpa niña, ¿vos tenés nombre?

-Me llamo Irene

-También sos nueva por aquí.

-Algo así.

-¿Vivis aquí o estas de pasada…

-Ya basta con las preguntas, es mejor que me vaya.

-No hay problema, 

-Adiós.

Irene caminó rápidamente buscando la casa de Francisca, aquel hombre llamado Ignacio no le había inspirado confianza, su figura le había causado temor. Cuando llegó a casa de Francisca no encontró a nadie, prefirió esperarla y no dormir, pero el tiempo pasaba y la mujer no aparecía. La noche cayó y ella decidió a salir, encendió el candil y lo dejó fuera de la casa. Se dirigía l único lugar seguro, la casa de don Ernesto, pero cuando pasó por el cementerio creyó ver a Francisca, le gritó, pero aquella mujer parecía no escuchar, y seguía avanzando, temerosa, Irene salió corriendo tras ella, hacia el norte, pero no pudo alcanzarla, desapareció en la distancia. En ese momento temía morir, o ser atacada por alguna fuerza sobrenatural, el miedo se había apoderado de ella, cualquier situación le parecía posible, ella esperaba lo peor.

-Decidiste volver, Irene- escuchó.
 
-¡Aaaaaaaaayyyyyyy!- gritó llena de miedo.

-Soy don Ignacio, no temas- le dijo el misterioso hombre que la había saludado más temprano.

-¿Qué hace aquí?

-Yo cuido las tumbas, y también tengo mi casa cerca de aquí, la pregunta es, que hace una jovencita como vos a estas horas de la noche, en el cementerio.

-Sigo buscando a mi amiga.

-¿Vivis con ella?

-No.

-¿Por qué la buscas?

-Eso no es lo importante, lo que importa es que debo encontrarla.

-Entiendo, no confías en mi, era de esperarse.

-Lo siento…

-No hay problema, no te culpo a vos, si no a este lugar, creo que me ha tatuado la muerte en el rostro.

-¿Llevas mucho tiempo viviendo aquí don Ignacio?

-Lo suficiente como para asustar a una jovencita tan bonita como vos.

-Perdone, no era mi intención ofenderlo.

-Como te dije, no hay ningún problema. Deberiamos ir a buscar a esa mujer, Francisca.

-Es mejor que quede aquí, por favor no me haga daño

-No pienso hacerte daño, soy un viejo inofensivo… ¿Me vas a decir quien sos?

-Por ahora no quiero hacerlo, 

-No sos un alma en pena…

-No don Ignacio, estoy viva, y usted me está asustando

En ese momento aquel hombre empezó a reírse mientras observaba a Irene.

-Hay otras cosas que asustan jovencita, hay días que me quedo dormido sobre las lápidas, y no sé si veo recuerdos, o son mis delirios, pero todo eso que veo niña… todo eso si que asusta

-No entiendo

-Quiero decirte que, algunas veces pienso que este lugar me habla, su voz es fría, la noche me cuenta la vida de algunas personas aquí enterradas… me pregunto si algún día llegará a contar la mía, es que yo ya he olvidado quien soy, lo he hecho a propósito para olvidar mis penas, mis recuerdos son los mismos que los recuerdos de los muertos… Irene, ¿te gustaría escuchar una historia?