domingo, 27 de marzo de 2011

LA MÁQUINA


Noche gris, la vida acaba cuando se olvida.
¡Instantes confinados ahí dentro!
Y hay silencio, aquí donde no existe fin.

Despertar, los sueños se acaban un día.
¡Pero hay más cosas ahí encerradas!
Falsas verdades admiten entender la vida.

¡Y la máquina! ¡La terrible máquina!

Las mañanas no son, sino delante del
 Artificio. No obliga, no manda,
No entiende, no siente y no teme.

Aun así, nosotros, de ahí aprendemos
A mandar y matar, a entender sin razón.
Incluso, temer lo inentendible, ¡lo bello!
Y a sentir, lo que un monstruo no debe sentir.

¿Y por qué no? la maquina no habla,
No escucha, y no piensa. Pero no hablamos,
Escuchamos o pensamos sin ella.

¡El mundo está embotellado
Dentro de una pantalla! La realidad
Y los sueños no se distinguen.

No hay más remedio, moriremos
Prisioneros de su luz. ¿Por qué salir?
Los espacios infinitos están aquí
Y ahora, ¡No existe lo invisible,
Mucho menos lo inalcanzable!

Noche apagada, ¡esa que no es noche sin ella!
Sin la terrible, sin la maldita. No duerme,
No se detiene. Nos engaña cumpliendo
Nuestros deseos, ¡los más oscuros! Los irresistibles.

Entiendo que la máquina nos pertenece, pero
Su frialdad ha triunfado sobre nuestra débil cordura,
Nos ha hecho suyos, nos ha mostrado quien ser.
Mientras decimos, “soy quien quiero”, somos por ella,
Pero no somos nosotros, porque no debemos serlo.


2 comentarios:

  1. Hola Norman, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net

    Ayúdanos a compartir sus poemas :)

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